martes, 31 de agosto de 2010
días neólogos
prerreserva
refresco en polvo sabor a marisco
jarra terrorista
piensen fuera
10 cuc.
sol
palanca de hierro
suchi
sin título
Finwick
ladrona de palabras
conceptos indefinidos
café
billetes en la boca no!
cuarto
espaguettis
avión
boleta de trabajo
días sin flor
menos sms
ausencia del blog
jarra y pez
sonrisa comemierda
sometimes sensación de dolor
incrédula
corpórea
fórmulas
amigos distantes
ajena a mi flor
con miedo y palabras obscenas
cantando canción
tendencia a la rima...
cojone! amor?
jueves, 19 de agosto de 2010
En tantos besos
et sa bouche qui a plus été d'une fois à moi
He inventado esta estructura para creerme estar haciendo algo complejo.
Amén de los errores que tal vez tengan.
Es que pienso en ti y en tantos besos...
Fábula de un pez y un león o un pez-león o un león-pez.
Hablo de un pedazo de pez que fue devorado por un león.
Hablo sin parar y sin acentos y cuando más refuto…
De un pedazo de pez que se comió a besos a un león.
Por muy rara que resulte esta analogía,
Y que este pez hubiese sido
A penas otro trozo de amor confundido,
A penas otro verso dicho
Otra incertidumbre
Otra cita
Otro recuerdo
Se encargaron del silencio y de no advertir las miradas
Sino ofrecerlas más únicas
Sin desvíos esta vez
Sin celebrar lo que solo a ellos les pertenece
Por una sonrisa incierta o una frase evidente y preconcebida.
Fueron depositando poco a poco
En medio de esa inmensa ola de calor
Restos o imágenes
De quienes se sienten todavía impúberes.
Hablaron de su amor y de sus sombras
De sus desconfianzas y sospechas
De las partes de su cuerpo
Que siempre quedarían impunes
Hablaron sin cansancio
Sin reloj de arena
De los muslos
Y de las contorsiones en híbrido de amor
Hablaron de los versos del pez
De las facetas y el superfluo vagaje fútil
De almas devueltas
y de todo lo que estos cuerpos reclaman...
martes, 17 de agosto de 2010
Felicito...
viernes, 13 de agosto de 2010
Demotivación o negación al género de la ciencia ficción.
Quiero sus trucos inconstantes,
porque Jaime es un trozo de locura con versos.
(Y otro trozo de hombre complicado)
No sé a qué sabrán sus piernas
(adoro las piernas de los hombres)
porque solo las vi un día en que se desnudó sin previo aviso,
Uno de esos días que Jaime tiene para ser atrevido.
No he probado nunca la boca de Jaime, pero debe ser una boca incierta,
jamás tímida, húmeda, de esas que inspiran desespero.
Jaime es sutil y poco amigo (cuando se trata de mujeres)
y tiene tantas palabras raras.
Jaime es un hombre raro, repleto de intertextos.
Disimula muy bien lo de querer conocerte, quizás te conoce,
incluso las partes de tu cuerpo que por costumbre
debieras conocer mejor tú.
Suelo ser agresiva,
llego al monotema,
aunque hablemos de pelota, de aviones, o de helicópteros,
terminamos hablando de sexo.
Las despedidas suelen ser ambiguas
y más si dejas besos en el aire,
Jaime es de los que prefiere los besos pegados
los que sudan con la inherencia de los cuerpos.
El día que no tenga noticias de Jaime
me inventaré otros Jaimes
y cargaré con la idea de verle repetible.
Jaime es real, aunque tiene sus estaciones.
Agosto es una una.
jueves, 12 de agosto de 2010
LO HE DESCUBIERTO Y TODAVÍA NO ME PUEDO DECLARAR INDEPENDIENTE
Si los pasos que registro me ponen la cara de artista circense o de una esbelta de nado sincronizado.
No soy del todo independiente pero lo disimulo muy bien.
Por ejemplo hoy experimento tener otra voz en lo que escribo y en lo que propongo.
No al menos, si me olvido de su sombra
No al menos si dedico el 60 % de mi vida queriendo saber si me escribe.
No me percibo independiente, o no del todo,
Si despojo o me desgarro en estos versos porque salen del alma
Porque invocan al ser o a un hombre?
Que algún día será célebre… y yo estaré entonces escribiendo de nuevo
Volviendo a él de nuevo por tan redimida fornicación.
Existo en mis norias, y los ruidos de las pieles que fueron temidas solo son saltos y escapes al vacío.
Vivo de espaldas, porque me piensa de espalda
Y el vicio lo concentra y no lo lleva.
Destapo toda mi independencia los días menos vírgenes…
Mientras rezo después de cada acto impío…
Terco y mío.
Ya me lo decían los otros,
El matrimonio no es algo que puedas resolver tú sola.
A no ser que perdures en la paciente y fiel licencia de verte día a día
Más-turbada.
Amanda (I)
Es una niña blanca que se subsume a la mezcla de esta tierra, de sus ancestros, que le aportaron el pelo no tan lacio, la nariz no muy caucásica y el andar medio veraniego que asume y que su madre le impone.
Amanda es una niña de cuatro años que consume a los habitantes de un gran edificio donde ella se ha construido su propio palacio.
Está a la moda, baila Waka-Waka y mal imita los pasos, las contorsiones de Shakira, pero no olvida sus muñecas y dormir después de cada episodio repetido, al menos disfruta Castillo Ratin- Bun.
Va al círculo y tiene más de un novio.
Amanda nació bajo el discurso feminista de su madre y de su abuela: no solo los niños tienen muchas novias, las niñas también y para esto ya no existe un epíteto, al menos en la imaginación de Amanda.
Manuel, Julio y Osmel son sus novios gordos, a Manuel de cuatro años lo besó el pasado miércoles en la boca, pero él no hizo nada, por eso asegura tener bien presentes a los restantes, aunque yo le dije que eso de besar a Manueles en la boca y que no hagan nada es cosa normal que con el tiempo entenderá.
Amanda todavía no cuenta con un Alejandro, pero ya se lo ha inventado, Alejandro es su príncipe, y tiene muchos sueños.
Prefiere a su padre que no la regaña, en vez de un castigo le vira los ojos y Amanda interpreta que se ha descompensado, el padre de Amanda es diabético, entonces ella mientras dure el instinto, se porta bien y no riega mucho los juguetes, lo suficiente como para divertirse y que le abran la reja de la casa llegada las 4 de la tarde.
Amanda ama a Frank, y se lo expresa de esta misma forma, Frank te amo, pero Frank no es una ilusión pasajera, es sencillamente el hermano de Amanda que manifiesta un inmenso cariño a través de mordidas, gritos, alaridos, también le roba sus juguetes, para nosotros los dueños del castillo, nos resulta un poco dislocado esto de que Frank prefiera los juguetes de Amanda.