viernes, 4 de junio de 2010

Los poetas no se interrumpen...

Paso gran parte del día, para los extraños, perdiendo literalmente el tiempo. Es el instante en que todos trabajan, y yo, simple mortal, miro el techo. Ah! pero mi techo no es un techo cualquiera, en él se dibujan las más cálidas palabras, las respuestas, los encuentros, las situaciones, los amores que no llegan, los conflictos, los desencuentros, analizo al mismo tiempo cada vocablo que he dicho, que creo, pienso en las mejores respuestas, mientras callo, sonrío, también lloro. Recuerdo los besos, los ojos verdes de mi vida, las guitarras, el alcohol. Hablo de sexo (conmigo y con los otros). Me convenzo que te quiero, que te quiero...tarareo una canción...♫♫ Regrésamelo todo corazón♫♫ je parle françois pour un moment... le temp passe...comienzo a escribir los versos...todo esto ocurre hasta que una voz penetra sin pensar: te llaman por teléfono!!
Bah!...

2 comentarios:

  1. Y siempre es tan mala esa llamada telefonica? no lo creo....

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  2. Un personaje de Saramago, si mal no recuerdo en Todos los nombres, hablaba con el techo, como con Dios.
    El teléfono es un aparatejo inoportuno, que engendra ansiedad.

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